Esta lucha contra el monopolio de las ARS va para largo, no descansaremos hasta que la sociedad como colectivo se dé cuenta del poder que tiene en sus manos para hacer que estos señores, de la mano de la negligencia gubernamental, adecenten e humanicen la manera en la que proveen sus servicios.
Soy médico, y debo decir que la manera en la que se gestionan los servicios de salud en nuestro país nos hace merecedores de conmiseración.